viernes, 29 de abril de 2011

El desayuno.




Me gustas cuando dices tonterías, 

cuando metes la pata, cuando mientes, 
cuando te vas de compras con tu madre 
y llego tarde al cine por tu culpa. 
Me gustas más cuando es mi cumpleaños 
y me cubres de besos y de tartas, 
o cuando eres feliz y se te nota, 
o cuando eres genial con una frase 
que lo resume todo, o cuando ríes 
(tu risa es una ducha en el infierno), 
o cuando me perdonas un olvido. 
Pero aún me gustas más, tanto que casi 
no puedo resistir lo que me gustas, 
cuando, llena de vida, te despiertas 
y lo primero que haces es decirme: 
«Tengo un hambre feroz esta mañana. 
Voy a empezar contigo el desayuno».


Luis Alberto de Cuenca.  El desayuno











Alba. 

1 comentario:

  1. Ummm... esto me recuerda al verano cuando ya en casa, después de meses fuera de ella, tomo el "brunch" los domingos con la mejor compañía del mundo (mi madre). Siempre puntuales a nuestra cita ineludible, a las 11:00 en la terracita para, mientras ella le el periódico, yo contarle mis batallitas de sábado-noche.

    Y todo esto porque el título me ha recordado al olor a café y tostadas jijijijij

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