martes, 25 de enero de 2011

Excusas para poner la escena del baile de Risky Business

Todos sabemos que la reiteración se ha convertido en un habitual de los productos audiovisuales. Cuando un esquema triunfa, éste es adoptado por otros medios, que lo reconvierten a su estilo narrativo y lo emplean en función de sus necesidades e intenciones.

Me gustaría apartar la repetición y copia de las mismas estructuras en programas televisivos para poder centrarnos en las producciones cinematográficas. Es corriente que a una película exitosa le sucedan un amplio número de parodias, guiños o citas. Estas alusiones pueden aparecer tanto en series, anuncios, folletines o, incluso, en películas posteriores. Son símbolo de admiración al producto original y suelen acentuar su fama.

Algunos ejemplos podrían ser el fragmento que introduce Jean-Luc Godard de La pasión de Juana de Arco (Dreyer, 1928) en su Vivre sa vie (1962); o algunos de  los planos que emplea Tarantino en Pulp Fiction (1994) como homenaje a diversos directores, desde Hitchcock a Scorsese.

Casos como los  anteriores son muy fáciles de encontrar. Por ejemplo, a Fiebre del sábado noche (Badham, 1977) le siguió Sesame Street Fever (1978) con Coco ocupando el lugar de John Travolta. De forma similar, la historia de ¡Qué bello es vivir! (Capra, 1946) se repite en los episodios navideños de una gran cantidad  de series. O incluso la propia Pulp Fiction  ha aparecido parodiada en distintas series de televisión.Se trata tan solo de pequeñas ilustraciones ya que resultaría imposible intentar abarcarlas todas.

Desde mi punto de vista esta repetición constante es posible porque, aunque una película se estructura mediante sus secuencias, los espectadores recuerdan escenas. De esta forma, podría afirmarse que cada película tiene su propio fragmento significativo al que acostumbran a remitir las parodias posteriores.

Una de esas escenas representativas es la protagonizada por Tom Cruise en Risky Business (Brickman, 1983) al son de Old Time Rock 'N' Roll de Bob Seger, que se ha convertido en un gag fácilmente reconocible. Tanto es así que ha sido utilizado tanto en las  campañas publicitarias de Guitar Hero como en las series Alf o Scrubs.

Os dejo con el original, pero sólo si me prometéis que no vais a romper nada al bailar:




Está bien, está bien.Lo confieso: sólo intentaba buscarme excusas para poner el vídeo...Pero no me digáis que no merece la pena.

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